¿Qué son el TIN y la TAE y en qué se diferencian?

Hoy te aclararemos qué es el TIN, cuál es su diferencia con el TAE, y qué influencia tienen sobre la contratación de un préstamo o hipoteca.

Autor: Andrea Morales Lozano


El Tipo de Interés Nominal  y la Tasa Anual Equivalente son dos conceptos que se encuentran de manera frecuente en los productos financieros que contratamos.


Aunque es importante destacar que muy pocas personas conocen realmente qué significan y de qué manera se relacionan con nuestro historial crediticio. 


Entender el TIN y la TAE es esencial al solicitar préstamos o hipotecas. Mientras que el TIN refleja el costo o rendimiento nominal, la TAE abarca estos aspectos y los gastos asociados.

Aunque el TIN destaca en contratos, es la TAE la que ofrece una imagen más precisa del costo real.

Entender el TIN y la TAE

¿Qué es el Tipo de Interés Nominal?

Para el Banco de España, el tipo de interés nominal es el monto de dinero que se adicionará a un capital como coste o rendimiento de cualquier forma de deuda o ahorro. 

Es muy común verlo expresado en términos porcentuales, está relacionado con un período determinado de tiempo y se hace efectivo sobre el monto prestado o depositado, por ejemplo un crédito o una hipoteca.

De una forma mucho más sencilla es “la cantidad de dinero que tendremos que devolver en forma de intereses por el dinero que el banco nos ha prestado”

¿Cómo se calcula el TIN?

El cálculo del monto total a devolver tras recibir el crédito implica una fórmula matemática que considera varios elementos esenciales.

Estos incluyen el Tipo de Interés Nominal (TIN) de la operación y la frecuencia de los pagos. 

Además, se tienen en cuenta los cargos adicionales como la comisión de apertura y otros costos asociados con la transacción.

Si un préstamo tiene, por ejemplo, un TIN del 4% anual, se puede traducir a que por cada 100 euros prestados, habrá que devolver 4 euros por encima una vez transcurrido un año.

¿Qué es la Tasa Anual Equivalente?

La TAE (Tasa Anual Equivalente o Tasa Anual Efectiva) es el tipo de interés que indica el coste o rendimiento efectivo de un producto. 

Mientras que el TIN no tiene en cuenta los gastos asociados a la operación, la TAE sí lo hace, por lo que es una buena herramienta si queremos comparar nuestro préstamo con otros equivalentes en el mercado.

Esta tasa se calcula teniendo en cuenta cuatro factores:

  • Monto del préstamo
  • Cuotas
  • TIN
  • Gastos y comisiones bancarias

Cuando se trata de préstamos o créditos con tasas de interés variables, la evolución futura de dichas tasas es incierta, por lo que la TAE se determina suponiendo que la tasa se mantendrá constante en el valor que tiene en el momento del cálculo.

En estos escenarios, las entidades financieras emplearán la expresión “TAEVariable”, y deberán señalar que esta solo tiene propósitos informativos y que cambiará con las revisiones del interés.

Conocer la TAE es muy útil, ya que es un indicador mucho más real del coste del préstamo y nos permite comparar ofertas siempre que tengan los mismos plazos de devolución.

En la práctica…

El cálculo de la TAE involucra varios factores y el procedimiento por el que se obtiene el valor porcentual es bastante complejo.

Por tanto, vamos a centrarnos en un ejemplo concreto de financiación de una hipoteca para un piso.

Si el préstamo es de 2,8% TAE y pides 260 000  euros, el total que deberás devolver a la entidad bancaria es de 267.835 euros.

¿Qué no se incluye en este monto?  

Hay determinados conceptos que quedan fuera de la Tasa Anual Efectiva. 

Por ejemplo, si hablamos de un préstamo bancario, en la tasa no quedarían incluidas las partidas que deben abonarse a terceros, como seguros o garantías.

Diferencia entre el TIN y la TAE

Como hemos explicado en este artículo, el TIN es solo la cantidad de dinero que pagaremos extra al banco por haber solicitado algún tipo de financiación, es decir, constituye el beneficio del prestamista por prestar este servicio.

La TAE, por otro lado, está formada por varios valores como el TIN y nos dice cuál es el coste o rendimiento efectivo anual de un producto financiero

Veámoslo en la práctica

Supongamos que necesitas comprar un televisor nuevo de 360 euros y nos dan la posibilidad de financiarlo a 3 meses.

En el contrato leemos en grande que es un préstamo sin intereses, o sea un TIN del 0%, pero como ya hemos pasado por varios aprietos en el pasado decidimos leer la letra pequeña.

Y, ¡ahí está! Los gastos de gestión son 15 euros.

Entonces, la cuota mensual será de 120 euros, pero si sumamos esos 15 euros de gastos de gestión, la TAE será del 27.87 %.

Por lo tanto, 360 euros del televisor, más los 15 de gestión, la operación saldrá en 375 euros. 

Ahora, si encontramos otra oferta que nos propone un TIN del 7% sin gastos de gestión, entonces estaríamos pagando 4,21 euros de interés para un total de 364,21 euros y una TAE del 7,22%.

¿Dónde están presentes el TIN y la TAE?

El TIN y la TAE son dos conceptos que se encuentran presentes en casi todos los productos de financiación. En este apartado veremos dónde podemos encontrarlos con mayor frecuencia.

  • Depósitos
    El TIN proporciona una medida del rendimiento esperado en los depósitos, pero no incluye las posibles comisiones asociadas. Por lo tanto, para determinar cuál es el tipo de depósito más beneficioso, es importante examinar la TAE.
  • Préstamos
    En estos casos el TIN no es más que un elemento decorativo y para conocer de forma verídica el valor del coste del crédito es necesario consultar la TAE.
  • Hipotecas
    Aunque el TIN es prominentemente mencionado en los contratos de préstamos hipotecarios, la diferencia entre el TIN y la TAE tiende a ser menos significativa en este contexto. Sin embargo, al comparar los costos totales de contratación de una hipoteca, la TAE cobra especial importancia.
¿Dónde están presentes el TIN y la TAE?